Por Christian Florian Carrillo
Se considera al grupo de bacterias conocida como SAR11 (que forma parte del clado de las alfa-proteobacterias) como las especies más exitosas del planeta, solamente se les puede hallar en oceanos, alejados de la costa, donde debido a su volumen pequeño, maximizan la toma de los escasos nutrientes de esas zonas remotas, la única especie secuenciada del grupo es la de candidatus Pelagibacter ubique con un genoma de unos 1.3 Mbp.
Según estudios previos estas bacterias están relacionadas al grupo de bacterias que engloban las rickettsiales las cuales tambien poseen un genoma pequeño, pero que se hallan en hábitats completamente diferentes: en humanos y animales. Hasta la fecha la hipótesis del origen de las mitocondrias sostiene de que estas provendrían de las alfa-proteobacterias, aunque no se sabe todavía sobre quienes comenzaron la relación y de la manera en que esta se pudo haber originado. También algunos estudios dan como resultado a rickettsiales como las originadoras de las mitocondrias, así como otros grupos fuera de las alfa-proteobacterias, no obstante la primera hipótesis es la más ampliamente aceptada.
Lo que el grupo de investigación ha realizado viene a contradecir esta hipótesis y propone que las bacterias del grupo SAR11 no son las que originaron las mitocondrias como se cree hasta ahora, para ello tomaron secuencias codificantes de proteínas de la mitocondria del protozoario Reclinomonas americana, de 28 secuencias ortólogas (secuencias similares provenientes de una secuencia comun ancestral) de genomas de alfa-proteobacterias y de 18 genomas mitocondriales, de estos dos últimos conjuntos de secuencias, se usaron solamente las secuencias de aquellos que formaban un grupo monofilético entre ellos.
El análisis indica que las bacterias del grupo SAR11 han evolucionado de otras bacterias de oceanos y tierra que tienen un genoma mucho más grande que el de ellos, además SAR11 no tiene genes de reparación del daño de ADN.
Las mitocondrias podrían haber tenido su origen en los oceanos.
De otro lado también se compararon genes involucrados en la reparación celular, para ello usaron secuencias de una base de datos que se actualiza constantemente y lo que descubrieron fue un grupo desconocido de bacterias previamente desconocidas. Estas bacterias son bastane similares a las mitocondrias, con lo que los investigadores creen que el origen de las mitocondrias habría tenido lugar en los oceanos, relacionadas a estas bacterias y no con SAR11 como se piensa actualmente.
Los científicos concluyen su artículo diciendo «Ya que el proceso de oxigenación empezó probablemente en las aguas oceánicas superficiales, es razonable asumir de que los sistemas de respiración aeróbica empezaron también en esas mismas aguas. No obstante, mucha de la diversidad genética presente en los oceanos ancestrales pudo haber sido eliminada desde entonces. Por lo tanto, incluso si las mitocondrias se originaron en los oceanos, su pariente bacteriano más cercano puede no necesariamente ser muy abundante en los oceanos modernos.»
Esta nueva hipótesis está propuesta en sendos artículos en Molecular Biology and Evolution y PLos.