biodiversidad


Por DePeru.com

Una colonia de osos de anteojos, fue hallado por la bióloga canadiense Robyn Appleton y su equipo de conservadores asociado al Museo Sicán en el valle La Leche, del parque arqueológico y ecológico de Batan Grande, en Lambayeque, en el norte peruano.

El descubrimiento de los osos de anteojos (Tremarctos ornatus), que se creía en extinción, se dio luego de más de 5 años de trabajo científico y será expuesto este martes en el autorio del gobierno regional de Lambayeque.

Oso de anteojos

La investigación permitió  conocer el comportamiento, alimentación, apareamiento, crianza de cachorros y, por primera vez, se cuenta  con imágenes inéditas de los osos con un sistema de cámara y monitoreo con collarines GPS.

Para la investigadora, se trata de una de las más grandes e importantes poblaciones de osos de anteojos de Sudamérica; con los estudios pudo conocer las graves amenazas a que está expuesta, principalmente, por la actividad humana.

Esta información servirá también para preservar la especie, cuidar su medio ambiente, y sensibilizar a las autoridades y comunidades sobre su protección.

El trabajo científico forma parte del proyecto “Ecología y abundancia de osos andinos en los bosques secos del noroeste del Perú: Pozas de agua como oportunidades de investigación y desafíos en la conservación”.

Por Christian Florian Carrillo

Se considera al grupo de bacterias conocida como SAR11 (que forma parte del clado de las alfa-proteobacterias) como las especies más exitosas del planeta, solamente se les puede hallar en oceanos, alejados de la costa, donde debido a su volumen pequeño, maximizan la toma de los escasos nutrientes de esas zonas remotas, la única especie secuenciada del grupo es la de candidatus Pelagibacter ubique con un genoma de unos 1.3 Mbp.

Según estudios previos estas bacterias están relacionadas al grupo de bacterias que engloban las rickettsiales las cuales tambien poseen un genoma pequeño, pero que se hallan en hábitats completamente diferentes: en humanos y animales. Hasta la fecha la hipótesis del origen de las mitocondrias sostiene de que estas provendrían de las alfa-proteobacterias, aunque no se sabe todavía sobre quienes comenzaron la relación y de la manera en que esta se pudo haber originado. También algunos estudios dan como resultado a rickettsiales como las originadoras de las mitocondrias, así como otros grupos fuera de las alfa-proteobacterias, no obstante la primera hipótesis es la más ampliamente aceptada.

Lo que el grupo de investigación ha realizado viene a contradecir esta hipótesis y propone que las bacterias del grupo SAR11 no son las que originaron las mitocondrias como se cree hasta ahora, para ello tomaron secuencias codificantes de proteínas de la mitocondria del protozoario Reclinomonas americana, de 28 secuencias ortólogas (secuencias similares provenientes de una secuencia comun ancestral) de genomas de alfa-proteobacterias y de 18 genomas mitocondriales, de estos dos últimos conjuntos de secuencias, se usaron solamente las secuencias de aquellos que formaban un grupo monofilético entre ellos.

El análisis indica que las bacterias del grupo SAR11 han evolucionado de otras bacterias de oceanos y tierra que tienen un genoma mucho más grande que el de ellos, además SAR11 no tiene genes de reparación del daño de ADN.

Las mitocondrias podrían haber tenido su origen en los oceanos.

De otro lado también se compararon genes involucrados en la reparación celular, para ello usaron secuencias de una base de datos que se actualiza constantemente y lo que descubrieron fue un grupo desconocido de bacterias previamente desconocidas. Estas bacterias son bastane similares a las mitocondrias, con lo que los investigadores creen que el origen de las mitocondrias habría tenido lugar en los oceanos, relacionadas a estas bacterias y no con SAR11 como se piensa actualmente.
Los científicos concluyen su artículo diciendo «Ya que el proceso de oxigenación empezó probablemente en las aguas oceánicas superficiales, es razonable asumir de que los sistemas de respiración aeróbica empezaron también en esas mismas aguas. No obstante, mucha de la diversidad genética presente en los oceanos ancestrales pudo haber sido eliminada desde entonces. Por lo tanto, incluso si las mitocondrias se originaron en los oceanos, su pariente bacteriano más cercano puede no necesariamente ser muy abundante en los oceanos modernos.»

Esta nueva hipótesis está propuesta en sendos artículos en Molecular Biology and Evolution y PLos.

Por Christian Florian Carrillo

La última estimación del número de especies en la Tierra ha arrojado la cifra de 8’750, 000 especies, con un margen de error de 1′ 300, 000. La cifra fue dada por los científicos de Census of Marine Life  a través de un artículo publicado en PLoS Biology.  El artículo en mención también estima que existe aún un 86% de vida terrestre y 91% de vida marina que falta por descubir. Los estimados fueron hehcos usando la base de datos de Catalogue of Life y de The World’s Register of Marine Species, las cuales fueron analizadas rigurosamente para evitar inconsistencias; en la parte estadística se usaron modelos de regresión paramétrica para cada rango taxonómico (Phylum, Clase, Orden, Famila, Género y Especie) de cada uno de los reinos, en líneas generales la estadística se usó para dibujar una curva que se extendió matemáticamente para evaluar el número de especies aún por descubir.

Tyrannobdella rex es una especie de sanguijuela descubierta este año en el Perú.

Por ejemplo tan solo en el Super Reino Eucariota se predijo lo siguiente:
~7.77 million de especies de animales (de los cuales se han descrito y catalogado 953,434)
~298,000 de especies de plantas (de las cuales se han descrito y catalogado 215,644)
~611,000 de especies de hongos (de los cuales se han descrito y catalogado 43,271)
~36,400 de especies of protozoarios ( de los cuales se han descrito y catalogado 8,118)
~27,500 de especies of chromistas (algas pardas, diatomeas y ciertos tipos de «hongos», de los cuales se han descrito y catalogado 13, 033)
Se espera que en el futuro el descubrimiento y la clasificación de organismos sea más sencillo con cada nueva tecnología que se vaya mejorando. En la actualidad con las técnicas que se poseen sería necesario más de 1000 años y cerca de 300,000 taxónomos para terminar la descipción y cataloguización de todas las especies del planeta)
El artículo en PLos se encuentra aquí.

Por Christian Florian Carrillo.

El primer animal del planeta conocido que utiliza veneno de una planta para defenderse ha sido descubierto en el África. El animal en cuestión es la rata crestada Lophiomys imhausi que impregna sus pelos con la secreción del pequeño árbol Acokhantera. Esta forma de defensa mortal es diferente al del mamífero ornitorrinco que posee una glándula venenosa y de algunos puerco-espines que usan la misma técnica que este roedor, pero usando una sustancia irritante mas no letal.

Lophiomys imhausi, rata crestada del África, mostrando sus franjas blancas.

Los investigadores iniciaron su descubrimiento al conocer el hecho de que muchos  de los perros de la zona de estudio (Kenia) que cazaban a este roedor usualmente morían, pero nadie sabía el porqué. Observaron de que esta rata masticadba la corteza de la Acokhantera y la pasta que hacían se la frotaban por todo el cuerpo, pero esto no es todo, la rata crestada expone sus parches de pelo blanco a los lados para advertir a sus depredadores, el pelo de esta rata fue vista al microscopio electrónico y se vieron que estos eran perforados como una esponja, esta estructura hace de que la saliva con el veneno se absorba mejor y en más cantidad para potenciar su táctica de supervivencia.

El artículo es detallado en las características del animal, el pelo y el comportamiento, además de mencionar otras adaptaciones del animal; es fácil comprensión y no es muy extenso, definitivamente una buena lectura para los aficionados o expertos a la sistemática y la evolución.

A poisonus surprise under the coat of the African crested rat.

Por Christian Florian Carrillo

¿Sabías que la mayoría de las personas no se enjabona el ombligo?, es el lugar más aislado y descuidado en el momento de tomar un baño, lo cual es de por si decir algo ya que se ubica en el centro y adelante de nosotros. En el mapa de nuestro cuerpo el ombligo es un santuario natural.

Placas petri con cepas aisladas de ombligos de voluntarios

Justamente este aislamiento relativo ha sido el motivo de un grupo de investigación de la Universidad de Carolina del Norte  para realizar un proyecto que consiste en recuperar e identificar las bacterias alojadas en el ombligo, el proyecto se ha llamado «Bellybutton biodiversity». Hasta el momento se ha indentificado 662 nuevas cepas desconocidas, probablemente algunas nuevas especies. Entre las curiosidades se hallan el asilamiento de Marimonas, una especie solamente aislada en el mar y de Georgina, una especie que hasta la fecha solo se le había aislado en suelo en Japón. Lo que se puede concluir hasta la fecha es que no sabemos casi nada de la composición de la biodiversidad de esta parte del cuerpo y que seguramente sólo estamos conociendo el principio.

Por el momento el proyecto solo se ha dirigido a bacterias, no se ha abordado ni hongos ni virus, lo cual es una buena noticia para aquellos que sientan curiosidad en explorar territorios nuevos en la microbiología.